Gracias a una compañía de perfume francés, pronto será posible encontrar el inigualable aroma del amor. La empresa planea lanzar en Septiembre una nueva línea de perfumes hecha con las fragancias que la gente deja en sus ropas.
La idea pertenece a una agente de seguros, Katia Apalategui, quien tuvo la ocurrencia hace siete años atrás cuando estaba devastada por haber perdido a su padre. En ese tiempo, ella deseaba encontrar la manera de guardar su olor en una botella. Aparentemente, su madre sentía lo mismo y le había dicho a la joven que no quería lavar su almohada para no perder su olor.
Intrigada por la idea de preservarlo, Katia comenzó a indagar acerca de encontrar una manera para almacenarlo. Si bien estuvo investigando al respecto, no tuvo demasiado éxito, hasta que se contactó con una innovadora agencia llamada Seinari, ubicada en Normandia. Ellos la pusieron en contacto con el departamento de química orgánica y macro molecular de la Universidad de Le Havre. Allí, los investigadores se dieron cuenta que la idea era posible.
Luego de muchas pruebas y errores, descubrieron una técnica para extraer el olor de la ropa de una persona y reconstituirlo en un perfume en sólo cuatro días.
La técnica ahora fue adquirida por una compañía llamada «Kalain», fundada por el hijo de Katia, Florian Rabeau, estudiante de negocios en ISC París. La puesta en marcha está dirigida a las familias que están afligidas por haber perdido a un ser querido.
Katia informó que se le ofrece a los parientes una pequeña caja que contiene un frasco con el aroma elaborado a partir del olor recolectado en su ropa. Cada ejemplar está realizado a medida y se venderán a un valor de 600 dólares
«El olfato es el sentido más fuerte en términos de memoria. Estamos dando un producto cargado de emociones», agregó.
Sin embargo, «Kalain» no planea entrar en los confines de los negocios fúnebres, sino que piensan extenderlo a otros tipos de clientes. Por ejemplo, aquellos que están muy lejos de sus seres queridos y simplemente los extrañan.
