El Hotel Epinard Nasu de la Prefectura de Tochigi, en Japón, ofrece un servicio muy poco convencional para bodas: los recién casados pueden alquilar una adorable alpaca del zoológico vecino, para que oficie como testigo.
Durante la ceremonia, las alpacas (que viven en el zoológico que está pegado al hotel), son conducidas por una cuidadora profesional que asegura su buen comportamiento. El animalito es exhibido caminando por el pasillo del salón donde se celebra el matrimonio, y también posa en las fotos con los novios y asistentes.
Lo llamativo es que las alpacas no son consideradas amuletos de la suerte, ni son parte de ningún ritual budista; simplemente, las novias y novios japoneses piensan que son sencillamente esponjosas y encantadoras.
No está claro cuánto cuesta la presencia de una de estas especies en una boda, ya que el servicio se ofrece como parte de su paquete de regular. Adorables, esponjosas y gratuitas. ¿Qué más se puede pedir?
