A principios de septiembre Benedict Evans, un veterano analista de la industria móvil devenido empresario, tuiteó un gráfico que mostraba cómo la TV tradicional está perdiendo audiencia frente a los smartphones y las tablets.
Y si bien el gráfico de Evans no es la primera alarma en la industria del cable, el momento elegido no parece ser casual, ya que se dio la misma semana que Apple anunció sus novedades sobre Apple TV. De hecho, muchos analistas vienen augurando la desaparición de la industria del cable, sobre todo desde el primer rumor de principios de año sobre el nuevo servicio de streaming de Apple.
Luego de superar el escritorio web, las apps son las reinas supremas en los canales de medios en EEUU, aun sin la ayuda de los navegadores móviles. Por primera vez en la historia, el tiempo consumido en las aplicaciones móviles por el consumidor promedio ha excedido al de la TV.
Y la ventaja está dando sus frutos. Se estima que este año los ingresos por la venta de apps será mayor que los ingresos por publicidad. En 2014, las tiendas de apps generaron 21 billones de dólares en ventas a nivel mundial, mientras que la industria móvil ganó en publicidad 23 billones en el mismo periodo.
Como se muestra en el gráfico a continuación, el consumidor medio está insumiendo 198 minutos por día en las apps, comparado con 168 minutos en la TV. Los 198 minutos no incluyen el tiempo utilizado en navegadores móviles, si se le agrega, el tiempo total asciende a 220 minutos diarios.
Es difícil cuantificar el tiempo en que las apps se solapan con la TV, ya que el fenómeno de la segunda pantalla está claramente presente, sobre todo en las generaciones más jóvenes.
Desde su lanzamiento en 2008 hasta este año, tanto la tienda de App de Apple como su contraparte de Android, lideraron los rankings de la industria de gaming. Pero este año, muchas aplicaciones de noticias y entretenimiento como Netflix, Hulu, HBO Now, Spotify y Pandora lideran los charts de ventas.
Este impresionante crecimiento en ventas podría fácilmente animar a las empresas de medios a mover su contenido hacia las apps, cobrarle a sus consumidores a través de las tiendas de apps, y además seguir cobrando ingresos por publicidad. Pero muchas de estas compañías se resisten al cambio.
Si el contenido continúa migrando hacia las aplicaciones, y se transmite vía streaming, la industria del cable tendrá que ajustarse y perder su posición privilegiada como único canal de distribución entre las empresas de medios y los consumidores.
