Uno de los peores problemas que enfrentan las personas en situación de calle en Estados Unidos es la falta de duchas y baños públicos. En San Francisco, una de las ciudades con mayor índice de personas sin hogar, más 6500 homeless cuentan con sólo 20 duchas públicas para compartir. Pero una ONG llamada Lava Mae está tratando de marcar una diferencia convirtiendo viejos buses en estaciones de baño móviles.
Lava Mae es creación de la ex-ejecutiva de marketing Doniece Sandoval, quien, conmovida por la situación de las personas sin techo alrededor de ella decidió dejar su trabajo y ayudarlos. “Un día pasé frente a una mujer en la calle y estaba muy sucia y llorando, y la escuche decir que nunca más podría volver a estar limpia.” contó Doniece. “Obviamente los problemas son muchos y variados, pero me pregunté cuales serían sus posibilidades de estar limpia nuevamente.”
Así que dejó su carrera y creó Lava Mae en 2013, basada en una única convicción: “Todo el mundo tiene derecho a estar limpio”. El proyecto comenzó con un solo bus, donado por la Municipalidad de San Francisco, que comenzó a recorrer las calles en marzo de 2014. Fue un éxito absoluto, y muchos autobuses retirados se han trasformado en duchas móviles desde entonces.
Lava Mae es un equipo de gente que cree que “el acceso a las duchas y baños no debería ser un lujo”. Argumentan que a menos que los homeless tengan la posibilidad de asearse, no pueden tener acceso a los trabajos o viviendas, o a mantenerse saludables y en buen estado. Así que las duchas móviles les permiten acercarse a ellos a lo largo de la ciudad. Cada bus esta equipado para brindar unas 2000 duchas por semana.
Lava Mae funciona de lunes a viernes en cinco vecindarios de San Francisco. Funcionan en base a donaciones (dinero o artículos de higiene), y están buscando la forma de replicar el modelo en otras ciudades para el próximo año.
