martes 23 de abril de 2024
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Adiós a las patas de gallo

Combatirlas no es una misión imposible si sigues estos consejos naturales.

Es hora de dejar de temerle a las patas de gallo. Porque hay mucho que las mujeres podemos hacer para prevenir esas molestas líneas finitas que se forman en la comisura de nuestros ojos, y aquí te contamos cómo.

En nuestra misión de combate, primero debemos saber las causas que pueden provocar su aparición. El sol, por ejemplo, es un gran enemigo de la piel porque destruye el colágeno y la elastina, haciéndola perder elasticidad. Usar protector solar será fundamental pero te aconsejamos que siempre lleves contigo unas gafas amplias y con filtros de calidad -preferentemente verdes, marrones o grises- para no fruncir el ceño ni guiñar los ojos a causa de la luz.

La exposición a una luz fuerte puede acelerar la aparición de las patas de gallo. No solo del sol, sino también del televisor o la computadora.  Te recomendamos no mirar televisión en ambientes muy oscuros o cuando el reflejo de alguna luz pega directo sobre la pantalla. Y si trabajas mucho tiempo delante de la computadora, nuestro consejo es que coloques un filtro protector en el monitor y reduzcas el brillo al mínimo. Además, procura descansar la vista unos cinco minutos a cada hora: aleja la mirada, parpadea varias veces y, si lo necesitas, aplica gotas para hidratar los ojos.

Aunque no lo creas, fumar también influye en la aparición de las patas de gallo. La nicotina ataca las fibras de colágeno y elastina, y esto genera flacidez. Además el mismo humo del cigarrillo nos obliga a cerrar más los ojos para que no nos moleste y, como sabemos, esto deja huellas en nuestra piel.

Por último, un factor inevitable pero al que puedes hacerle frente si te preparas bien: el envejecimiento. Si bien es cierto que las patas de gallo son un signo del paso del tiempo, algunos tratamientos naturales son los perfectos aliados para prevenirlas y tratarlas.

Aplicar una clara de huevo muy bien batida alrededor de los ojos tensiona las arrugas, a la vez que reduce las probabilidades de que aparezcan.  También te ayudará mojar un algodón en leche y masajearte la zona diez minutos al día: sus ácidos estimulan la producción de colágeno y esto genera nuevas capas de piel que estarán menos propensas a arrugarse. El pepino y el aloe vera son viejos conocidos. Colócalos sobre tus ojos para reafirmar y suavizar la piel.

Los más osados pueden probar con un puré de pulpa de aguacate que se aplica 20 minutos sobre los ojos. Este tratamiento es muy bueno para hidratar y nutrir la piel de la zona con antioxidantes que evitan la oxidación y la degeneración celular.

¿Tomaste nota? Prueba estos sencillos consejos en casa y cuéntanos cómo te va.

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