viernes 29 de marzo de 2024
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El 85% de la publicidad en la TV para niños es de alimentos de bajo valor nutricional

(Por Federico Dada – Agencia LBNSV) Cuando reflexionamos e indagamos sobre la televisión y su impacto en las audiencias, mayoritariamente los estudios en Argentina se concentran en los hábitos de consumo y poco en sus anunciantes. Muchas de esas investigaciones han hecho foco en cómo ha crecido la televisión, en qué vemos, cómo, qué nos dicen sus programas, o desde dónde la vemos, en esta era de ubicuidad e Internet. Sin embargo, la televisión ha tenido en la publicidad un importante aliado del que poco se habla acerca de qué y cómo comunica lo que nos comunica.

Si volvemos la mirada sobre el mercado publicitario que sostiene a la TV abierta argentina, la industria alimenticia es una protagonista destacada en sus tandas publicitarias, incluidas las franjas horarias de programación infantil. Y si agudizamos la mirada, encontramos que las publicidades televisivas de alimentos dirigidas a la audiencia infantil están lejos de cumplir con el derecho a la salud que les asiste a los niños y las niñas argentinos.

Una avalancha de imágenes con colores agradables, personajes animados que hacen gracias, “famosos” que sonríen e incitan al consumo de un producto, y frases diseñadas para impactar e influir sobre conductas o elecciones, irrumpen en cada tanda publicitaria entre los programas infantiles. El objetivo es claro: seducir audiencias infantiles y lograr que compren y consuman los productos publicitados.

Números que alertan

En ese terreno se adentró la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC), que realizó una investigación durante dos años y que presentó días atrás en Buenos Aires. Los resultados del estudio son alarmantes: revela que durante los cortes comerciales de los programas dirigidos a niños y niñas, el 85,3% de anuncios comerciales publicitan alimentos de bajo valor nutricional. Esto es, productos procesados con grandes cantidades de azúcares, grasas, sodio y con alto valor calórico, como postrecitos, bebidas azucaradas, productos de cadenas de comidas rápidas y snacks salados.

El estudio analizó 21.085 publicidades emitidas en los 5 canales de televisión abierta y 3 infantiles de cable con mayor audiencia de Buenos Aires, durante 6 semanas de noviembre y diciembre de 2013 y enero de 2014, de 7 am hasta las 10 pm.

De las publicidades de alimentos analizadas, se detectó que 1 de cada 4 emitidas durante las tandas de los programas infantiles utilizan personajes animados y famosos. Y 1 de cada 3 recurren a las promociones, como regalos gratuitos, productos coleccionables, beneficios extras (ej., “comprá uno y llevate 1 gratis”), sorteos, entre otros.

En los programas dirigidos a la audiencia infantil, los postres (23.3%) y los lácteos (16.2%) ocupan el primer y segundo lugar. Las bebidas azucaradas ocupan el tercer puesto (13.2%). Las cadenas de comida rápida (12.5%) y los snacks salados (7,9%) completan las 5 categorías de alimentos más publicitados.

Por el contrario, las publicidades de alimentos naturales como vegetales, frutas, pescados, legumbres y cereales, todos alimentos que son la base de una alimentación equilibrada, tienen escasa presencia en las tandas.

Más entornos saludables

Esta investigación de la FIC viene a encender una alerta: los alimentos publicitados en horarios de televisión dirigida a público infantil tienen una baja calidad nutricional, lo que hace necesario favorecer entornos saludables desde la niñez como estrategias de prevención del sobrepeso, la obesidad infantil y otras enfermedades no transmisibles relacionadas con la nutrición.

Lorena Allemandi, directora del área de políticas de alimentación saludable de FIC Argentina, señala que “el sobrepeso y la obesidad infantil están en aumento en nuestro país. La publicidad de alimentos poco saludables y el uso de técnicas persuasivas de marketing contribuyen a un entorno en el que los niños están atacados constantemente por mensajes que promueven el consumo de alimentos contrarios a las recomendaciones nutricionales”.

En el cierre de la jornada de trabajo convocada por la FIC, que reunió a especialistas de distintas disciplinas de organismos públicos nacionales, gobiernos de CABA y Salta, académicos de diversas entidades y organizaciones de la sociedad civil, hubo dos consensos. El primero, que Argentina debe avanzar en el diseño de una política pública que proteja a los niños, niñas y adolescentes del marketing de alimentos no saludables. Y en segundo lugar, la necesidad de adoptar una legislación efectiva para reducir el impacto de la epidemia de obesidad infantil.

“Es llamativa la cantidad de publicidades que utilizan recursos tales como las promociones y los personajes animados y famosos. Estas estrategias publicitarias son diseñadas con el objetivo de atraer la atención de los niños y mejorar el reconocimiento del producto. Para ello, apelan al gusto, al sabor y al disfrute del producto y, de esta manera, inciden en las preferencias y los patrones de consumo porque crean actitudes positivas hacia la marca e influyen en las solicitudes de alimentos por parte de los niños”, apunta Allemandi.

Los estudios de audiencia en Argentina indican que los niños de 4 a 12 años miran 3 horas de televisión en promedio por día y que la franja horaria de 19 a 22 horas es la de mayor audiencia. Tomando en consideración los datos del relevamiento realizado por FIC Argentina, este grupo está expuesto, en promedio, a 61 publicidades de alimentos de bajo valor nutritivo por semana.

Los desafíos

En nuestro país, el porcentaje de obesidad en niños y niñas de 6 meses a 6 años de edad es de 10,4% según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (2005), la prevalencia de sobrepeso en niños de 10-11 años es de 27%, y un reciente estudio realizado por FIC y UNICEF indica que la prevalencia de exceso de peso en jóvenes de entre 11 y 17 años aumentó de 17,9% a 27,8%, y específicamente la de obesidad creció de 3,2% a 6,1%.

En América Latina el panorama es similar. En Brasil se reportó el incremento de niños de 10 a 12 años con sobrepeso y obesidad de 23% a 39% en los cuatro años que van desde el 2004 al 2008. En México, la prevalencia de sobrepeso en niños de 5-11 años es de 17%. Y en Uruguay, una nueva encuesta nacional reveló que el 10,5% de los niños menores de 5 años sufren de sobrepeso y obesidad. Y los números aumentan.

El reto que tenemos aquí y ahora es cómo generamos las condiciones que permitan que todos quien son parte logren reconocer que niños, niñas y adolescentes constituyen una prioridad. Esto implica el deber del Estado y la sociedad civil de resguardar el derecho a la salud y las relaciones de consumo de los niños y las niñas.

Aunque también es una meta lograr el compromiso de todos los actores involucrados: industria alimentaria, publicistas, medios de comunicación, autoridades nacionales con competencia en la materia, legisladores, asociaciones de la sociedad civil, y sobre todo el involucramiento de los propios niños, niñas y adolescentes. Son ciudadanos y en el cumplimiento de su derecho a la salud, está el desafío de ser una mejor sociedad, que propicie entornos saludables y los respete como ciudadanos y ciudadanas con derechos –como lo que son desde que nacen– y no como objetos de consumo.

Federico Dada
Consejero miembro del Consejo Asesor de Comunicación Audiovisual y la Infancia, y Representante de la Provincia de Salta ante ENACOM. Autor de “Los chicos, las chicas y sus derechos en la comunicación”.

Especial para la Agencia de Noticias La Buena Noticia Sos Voz, de la Fundación Petisos.

 

Click aquí para acceder al informe de investigación: “Publicidad de alimentos dirigida a niños y niñas en la TV Argentina”

Click aquí para acceder al mapeo de legislación, actores y políticas de publicidad de alimentos no saludables dirigida a niños

Click aquí para acceder a un documento informativo sobre publicidad de alimentos no saludables dirigida a niños

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