viernes 19 de abril de 2024
Cursos de periodismo

Flor Peña, Playboy, Cartier Bresson y la Foto del Año

Diccionario de periodismo digital: «Fotos»

«En la historia de Crónica puse mil cadáveres y me puteaban todos.
Ahora salen maquillados, en colores en la tapa de La Nación o de Clarín»
Héctor Ricardo García

Cuatro episodios relacionados con fotoperiodismo sucedidos esta semana, aparentemente sin relación entre sí, pueden tener puntos de contacto.

1) Florencia Peña fue tapa de la revista «Gente»

Es, tal vez, el primer desnudo que aparece en esta revista semanal familiar. Esta foto perfectamente podría haber sido tapa de la Playboy argentina de los ’80. En los primeros años de la democracia una portada como esta se habría mostrado en los quioscos con una bolsita negra. Lo que no se aclara es si «el cuerpo sin culpas» del que habla Peña es el de Gente o el de Pronto, con menos Photoshop encima:


2) Playboy volverá a publicar desnudos

Tras un año de autocensura, volverán las mujeres desnudas a la revista fundada por Hugh Hefner. La lógica de que como ya había demasiados desnudos gratis en la web, había que quitarlos de la revista que creció gracias a ellos, se probó equivocada. Nada garantiza que recuperarlos vaya a salvarla de su ocaso. La portada del próximo número de marzo/abril muestra sin ropas a Elizabeth Elam. Eso sí, el título “Naked Is Normal” (la desnudez es normal) le cubre estratégicamente los pezones. Y es notoriamente más soft que la Gente de Florencia Peña:


3) Facebook sigue censurando fotos clásicas

Después de eliminar a «La niña del Napalm» (y dar marcha atrás), eliminó fotos de campos de concetración nazi (y dio marcha atrás). Ahora suspendió a una usuaria por subir esta foto de Cartier Bresson:

El motivo es siempre el mismo, «las imágenes de personas desnudas violan las normas de la comunidad». No importa que sea arte, en blanco y negro, con valor histórico o sin connotación sexual. Por cierto, la tapa de revista Gente con Florencia Peña aparece sin problemas en Facebook.

4) World Press Photo a un asesinato

Burhan Ozbilici captó con su cámara el instante en que Mevlüt Mert Altıntaş asesinó a Andrey Karlov, el embajador ruso en Turquía. Eso le valió el World Press Photo 2017. Acá, una foto no tan difundida que muestra a víctima, victimario y fotógrafo:

«Esta imagen del terror no debería haber sido la foto del año», escribió en The Guardian Stuart Franklin, uno de los jurados que se negó a premiarla. Franklin no minimiza los méritos de foto y fotógrafo, pero considera que, como con las decapitaciones, poner en un pedestal una foto de un asesinato político, es hacerle el juego al terrorismo, sediento de difusión.


Lo que une a todos estos casos ocurridos en el transcurso de siete días es el lugar del gatekeeper en un ecosistema donde el gatekeeper es opcional. El gatekeeper, guardabarreras, filtrador de contenidos, curador o editor fue un trabajo históricamente imprescindible en los medios: el que decidía dentro de todo el flujo de información qué entraba dentro del medio y qué quedaba afuera. Ahora, con la avalancha inabarcable de contenidos es una figura que se hará crecientemente necesaria, pero ya nunca imprescindible.

El gatekeeper protegiendo al público de Playboy o Facebook de fotos con desnudos. El gatekeeper de Gente protegiendo a Flor Peña de photoshopear el desnudo para que no se vea su cuerpo real. El gatekeeper del World Press Photo protegiendo al lector de la propaganda terrorista. Ahora todo lo que me impidan ver acá, si quiero lo voy a ver allá.

Sobra censura no pedida y falta protección al que sí la busca. La bolsita de las revistas eróticas no iban para el público que elegía comprar esa publicación sino al que optaba por no ver lo que no quería. En el mundo digital hay un déficit de mecanismos para impedir que quien no quiera toparse con la foto de un atentado o considere que sus hijos no están preparados para ver un desnudo erótico, tenga esa opción.

Al final, en la web se protege más de los espoilers que de las imágenes sensibles: esta peor visto contar el último capítulo de una serie, que advertir sobre la foto de un cadáver.

tonyfutura
Diego Rottman
Diego Rottmanhttps://www.malaspalabras.com/
Diego Rottman es Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires. Director de la agencia DataPress Multimedia y del portal argentino Periodismo.com. Es autor con Jorge Bernárdez de dos libros sobre periodismo y medios: «Ni yanquis ni marxistas, humoristas» (Editorial de Belgrano) y «La Rebeldía Pop» (Planeta). En 1997 publican la primera novela argentina en Internet, «Vida de Averchenko». Como director de la agencia DataPress Multimedia ha realizado desde 1994 trabajos periodísticos especialmente orientados a gráfica impresa e Internet.
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