sábado 20 de abril de 2024
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Google Street View, un terreno fértil para los artistas

El pasado 25 de mayo, Google Street View celebró su décimo cumpleaños. La característica de Google Maps, permite a los usuarios explorar ciudades y pueblos de todo el mundo, e incluso espiar empresas e instituciones gubernamentales. Varios juegos surgieron de Street View (como Geoguessr), en el que los jugadores adivinan en qué parte del mundo han sido situados al azar, mientras que algunos usuarios han documentado imágenes divertidas captadas por las cámaras errantes de los coches de Google.

Sin embargo, Google Street View también ha proporcionado un amplio forraje para los artistas de todas las tendencias, inspirando una serie de obras creativas que incluyen curación fotográfica, videos musicales y performances improvisadas.

Pero ¿qué es exactamente lo que tiene Google Street View que lo hace tan atractivo para la gente creativa? Tal vez nos permite experimentar la fantasía de lo que Donna Haraway llamó “truco de Dios”, el deseo imposible de ver todo.

Nunca antes la gente tuvo tal acceso visual fácil y bajo demanda de los espacios públicos de todo el mundo, y en las últimas décadas los artistas han aprovechado este inmenso poder para manifestarse sobre cuestiones que van desde la vigilancia, hasta el trabajo sexual.

 

Curando el vasto archivo de Google

La magnitud del poder que todo lo ve de Google Street View es un tema para algunos artistas. El proyecto de Michael Wolf “A Series of Unfortunate Events” reune impactantes imágenes de Google Street View, que van desde accidentes de bicicleta hasta incendios. Tomada en su conjunto, la colección de Wolf del vasto archivo de Google personifica la inmensidad del mundo mismo. Tomadas individualmente, sus imágenes son a la vez inquietantes y familiares.

A veces Google Street View inspira a los artistas por razones más políticas. Puede haber un auténtico descontento con la tecnología, teniendo en cuenta que equivale a uno de los mecanismos de vigilancia más completos en la historia humana.

El proyecto en curso de Jon Rafman “The Nine Eyes of Google Street View” refleja la relación inquietante entre los humanos y la vigilancia. (Los “nueve ojos” del título se refieren al número de cámaras en el polo conectado a la parte superior de un coche de Google Street View, aunque el número ha aumentado desde entonces a 15).

En 2008, un año después del lanzamiento de Street View, Google incorpora la tecnología de difuminación de rostros para proteger las identidades de los transeúntes captadas por sus cámaras. Pero la tecnología no está exenta de problemas técnicos. La imagen de Rafman de un hombre en un traje de conejo con una cara borrosa junto a una cara “real” de la persona dibuja una yuxtaposición inquietante; es un recordatorio de que Google Street View es incapaz de encontrar la diferencia entre esta persona enmascarada y vos. De este modo, la imagen de Rafman explota el miedo más básico de los regímenes de vigilancia de masas: que no somos otra cosa más que una entidad sin rostro.

Otros artistas han adoptado un enfoque diferente. Doug Rickard, en una exposición titulada “A New American Picture,” documentó las “calles olvidadas” de Norteamérica, con imágenes de los marginados en sus barrios oprimidos. Halley Docherty ha utilizado Google Street View para superponer cuadros famosos y portadas de discos en sus ambientes modernos (por ejemplo, los Beatles cruzando la calle Abbey Road hoy en día). Y proyecto “Vacated”, de Justin Blinder, convierte las imágenes de Google Street View en GIF que alternan entre el antes y el después de las fotos de las esquinas aburguesadas en la ciudad de Nueva York.

 

Posando para la cámara

Luego están las personas que tratan de actuar delante de las cámaras que pasan. Si bien no pueden identificarse como artistas, responden con la espontaneidad de un artista, ingenuidad creativa. Todos los días hay gente que al ver el auto de Google aproximarse, piensan una escena, y rápidamente reaccionan. En nuestra investigación, llamamos a estas performance tableaux vivants (cuadros vivientes) en un guiño a la vitalidad evanescente de escenas que vienen a la vida sólo para disolverse tan rápidamente como han sido creadas.

El arte de Street View tiene sus detractores. Mishka Henner, en su proyecto “No Man’s Land,” utiliza imágenes de Street View de zonas marginales del sur de Europa. En ellas se puede ver a mujeres ejerciendo el comercio sexual. Aunque el programa fue nominado para el Premio de Fotografía Deutsche Börse, también fue objeto de críticas mixtas. Algunos pensaban que era sexista asumir que las mujeres representadas eran, de hecho, prostitutas, a pesar de que elogiaron la forma en que las imágenes comunican la vulnerabilidad cotidiana (y el aburrimiento) involucrado con el trabajo sexual.

Quizá sobre todo, el proyecto inspira dudas sobre la autoría de las imágenes, que en rigor fueron tomadas por las cámaras de Google. Sin embargo, como un crítico señaló, Google Street View nos ha forzado a reconsiderar lo que significa la fotografía callejera como género, ahora a la luz de las cámaras ambulantes de Google.

¿Qué sigue para esta extraña intersección de una herramienta de mapeo y arte? Dudamos en hacer predicciones firmes, pero no nos sorprendería ver más colaboraciones entre Google y artistas, como el video experimental de Arcade Fire que puebla de imágenes de Google Street View del barrio de la infancia del espectador en un montaje nostálgico.

Luego de una década, Google Street View ya no es nuevo. Pero eso no significa que su potencial de acción e intervención artística vaya a disminuir. A medida que la plataforma acumula más y más imágenes de espacios públicos de la Tierra (y las tecnologías de realidad virtual mixta, y aumentada se vuelven más populares), esperamos que la gente encuentre maneras nuevas y originales para hacer arte a partir de una plataforma que ha sido, desde el inicio, una musa sorprendente.

Vía

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