En el inicio de una complicada gira en territorio turco, luego de las manifestaciones de repudio de los musulmanes ante su llegada, Benedicto XVI ofició una misa donde elogió el mensaje del islam.
“Es una religión de paz, tolerancia y amor”, dijo el Papa, en un intento de recomponer las relaciones con el islam, alteradas luego de que palabras suyas sobre Mahoma fueran consideradas ofensiva.
En medio de férreos operativos de seguridad, el sumo pontífice también manifestó su cambio de opinión tras sus declaraciones contrarias al ingreso de Turquía en la UE, en 2004, cuando todavía era cardenal. Y logró calmar algo los ánimos, al demostrar con sus palabras que el objetivo de su presencia en esta tierra es estrechar lazos de «amistad» con el país.
Durante semanas, el Vaticano se ha estado preparando para un feo desaire: el primer ministro turco, Tayyip Erdogan, un devoto musulmán cuya mujer no sale a la calle con la cabeza descubierta, estaría en Latvia en la cumbre de la Otan, explicaron. Sin embargo, se arregló una reunión en el aeropuerto a último momento, donde ambos se encontraron e intercambiaron obsequios.
Más información:
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/exterior/nota.asp?nota_id=863068
www.elmundo.es/elmundo/2006/11/29/internacional/1164785081.html
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-76910-2006-11-29.html
