La crisis financiera obligó al gobierno norteamericano a reunirse de emergencia para estimar la situación.
El presidente George Bush se juntó con el titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y con el Secretario del Tesoro, Henry Paulson. Fue en medio de la tensión por la quiebra camuflada del quinto banco del país, el Bear Stears, comprado por la banca Morgan en 236 millones de dólares, a 2 dólares la acción.
El objetivo de las autoridades es evitar una caída en cadena de bancos, que podría ser la señal de una crisis económica de magnitudes solo comparables a la Gran Depresión de los años 30. En ese sentido, la Reserva bajó la tasa de interés para los bancos, y hoy podría haber un recorte de un punto: de 3 por ciento se pasaría al 2.
Mientras, el dólar se desplomó en las bolsas europeas y asiáticas. No hubo bajas menores al 3,5 por ciento. Wall Street logró cerrar en alza, y el euro cotizó a 1,6 dólar. “El gobierno de Estados Unidos está apostando a que los bancos puedan refinanciar sus deudas a una tasa baja y así buscar una reactivación de la economía. Básicamente, es una manera de salvar a los bancos, los grandes responsables de la actual crisis. Así como se dice que Argentina corre habitualmente detrás de los problemas, ahora es la administración de George Bush la que está dando manotazos de ahogado”, explicó Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica.
Más información
www.clarin.com/diario/2008/03/18/elpais/p-01401.htm
www.lanacion.com.ar/996557
www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-100876-2008-03-18.html
