La presidente Cristina Kirchner reapareció ayer tras 5 días en El Calafate, y en un duro discurso en la Casa Rosada criticó el paro del campo.
Recordó cuando había en “la Argentina de los años 2003, 2002, 2001, miles de argentinos en piquetes, cortando calles, rutas, porque les faltaba trabajo. Eran los piquetes de la miseria y la tragedia de los argentinos. Este último fin de semana nos tocó ver la contracara, los piquetes de la abundancia, los de los sectores de mayor rentabilidad”. Agregó, parafraseando “El arriero”, de Atahualpa Yupanqui: «Es como que cuando hay pérdidas la sociedad debería absorberlas, es una suerte de socialización de las vacas flacas y cuando las vacas vienen gordas, las vaquitas para ellos y las penitas para los demás». Fue categórica al decir: “No me voy a someter a ninguna extorsión».
“Quiero que sepan que soy Presidenta de todos los argentinos y tengo que gobernar para todos los argentinos, y para que sigamos teniendo costos también argentinos en materia de alimentos”, desafió. «Nadie critica que puedan comprarse una 4×4, pero no parece bien que quieran hacerlo a costa de que otros argentinos no pueden acceder a las cuestiones más elementales», remarcó, al tiempo que destacó que «el peón rural es el peor pagado y es el sector donde hay el mayor índice de trabajo en negro».
Apenas terminó su alocución, un cacerolazo copó la Plaza de Mayo. Esto se reprodujo en Olivos, frente a la Quinta presidencial, y en barrios como Belgrano, Palermo y Recoleta. También hubo muestras similares en otros puntos del país. En el cacerolazo de Plaza de Mayo se hicieron presentes los piqueteros de Emilio Pérsico y Luis D´Elía, afines al gobierno. Se registraron algunos incidentes al chocar con los manifestantes pro-agro, ante la mirada de la policía, que no actuó.
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www.clarin.com/diario/2008/03/26/elpais/p-00301.htm
www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-101318-2008-03-26.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/politica/nota.asp?nota_id=998777
