Los presidentes de los países de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se reunirán de urgencia mañana en Santiago de Chile para analizar la crítica situación boliviana. El mandatario brasileño sorprendió mostrando ciertas reticencias al encuentro.
Entre el viernes y el sábado se sucedieron los llamados entre los presidentes de la región, motorizados fundamentalmente por la mandataria argentina, Cristina Fernández, y su par de Chile, Michel Bachelet. Ellas, junto al venezolano Hugo Chávez y el ecuatoriano Rafael Correa, convocaron al resto de los 12 presidentes, movidas por la preocupante crisis política que atraviesa Bolivia.
Mientras aún no se sabe si asistirá el mandatario boliviano, Evo Morales, sorprendieron algunas declaraciones del presidente de Brasil, Lula Da Silva, indicando que sólo viajaría a Chile “si hay un pedido expreso (o sea público) de Bolivia». Según el brasileño, si no hay una solicitud del país afectado, la reunión de la Unasur «podría verse como una interferencia externa indebida». Dijo, además, que el encuentro «sólo tiene sentido» si surge una propuesta que el gobierno y la oposición boliviana estén dispuestos a acatar.
En los últimos días el venezolano Chávez planteó la necesidad de actuar «a tiempo, no después de que haya cinco o diez mil muertos en Bolivia”, y aseguró que hay un golpe de Estado en marcha: “Están tumbando a Evo en nuestras propias narices y eso va a generar un impacto terrible, una catástrofe en Suramérica», dijo. La reunión de mañana de la Unión Sudamericana permitirá testear por primera vez su eficacia para resolver conflictos regionales.
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www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1049784
www.elpais.com/articulo/internacional/polvorin/Evo/sacude/Suramerica/elpepuint/20080914elpepiint_1/Tes
