Una inusual jornada de movilizaciones se vivió ayer en Rusia: en numerosas ciudades se sucedieron las marchas en protesta y a favor de las medidas económicas adoptadas por el Kremlin. En ese país ya se siente con fuerza el impacto de la crisis internacional.
Los partidos opositores convocaron ayer a manifestarse en las calles de varias ciudades rusas – grandes y pequeñas – para expresar su rechazo a las medidas implementadas desde Moscú. Por su parte, él oficialismo también logró sumar miles de personas en sus marchas de respaldo.
En algunas de las movilizaciones se registraron violentos choques entre los manifestantes y la Policía, con decenas de detenidos pero sin tener que lamentar grandes daños ni víctimas. En ellas era generalizado el cántico que pedía la renuncia del premier Vladimir Putin.
La Federación Rusa siente de manera particular los efectos de la crisis económica internacional: la fuerte inflación, la depreciación del rublo y el aumento del desempleo golpean directamente en los bolsillos rusos, al tiempo que la desaceleración de la economía y la caída en los precios del petróleo plantean un sombrío panorama para las arcas estatales.
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