Una nueva ola de rumores dio por renunciada ayer a la ministra de Salud, Graciela Ocaña. Por la tarde, la funcionaria fue recibida por la Presidenta en la Casa Rosada, quien le dio su apoyo y respaldó su gestión.
Algunos trascendidos hablan de un enfrentamiento con el titular de la CGT, Hugo Moyano, por el control sobre las obras sociales de los sindicatos; otros le achacan haber criticado en algún momento a Néstor Kirchner. Desde la central sindical descartaron cualquier relación con los rumores.
A la mañana temprano Ocaña ya había anticipado que no pensaba renunciar. Sin embargo, haciéndose eco de las versiones que circularon durante todo el día, pasado el mediodía un canal de televisión anunció que la ministra había dimitido.
Desde distintos puntos del Gobierno salieron a desmentir el rumor. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, dijo que en el Ejecutivo «ninguno puso en duda la continuidad» de la ministra y el jefe de Gabinete, Sergio Massa, le aseguró al diario La Nación que Graciela Ocaña “es una gran funcionaria, muy capaz, muy leal y muy honesta”, y que el respaldo era «total».
A las 19 Ocaña fue citada por Cristina Fernández a una reunión en Casa Rosada. Según voceros del Ejecutivo, allí se hablaron temas de gestión y la Presidenta aprovechó para brindarle su apoyo y confirmarle la continuidad.
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