El cantante se inyectaba diariamente una sustancia similar a la morfina y otras medicinas. Según las grabaciones del 911, habría estado junto a un médico al momento de su muerte.
Mientras aún persiste la conmoción por la muerte de Michael Jackson en todo el mundo, rápidamente surgieron versiones en torno a las causas del paro cardíaco que terminó con su vida. Desde su entorno aseguraron que era adicto al demerol, una sustancia similar a la morfina, y el abogado de la familia, Brian Oxman, también deslizó la sospecha de una sobredosis: desde hacía algún tiempo el cantante consumía diariamente gran cantidad de fármacos, todos recetados, algunos para controlar dolores vertebrales y en una pierna, y otros para ir poniéndose en forma frente a la cantidad de recitales que tenía por delante.
Existe la posibilidad de que la última dosis de demerol haya sido excesiva; sin embargo habrá que esperar alrededor de un mes y medio para conocer los resultados de la autopsia. En tanto, los primeros estudios sobre el cuerpo descartarían la posibilidad de que se haya tratado de un «acto criminal».
Michael Jackson murió el jueves en su casa de Los Ángeles y, según las grabaciones de la llamada de emergencia realizada ese día, al momento de su muerte estaba junto a su médico personal.
Más información
www.clarin.com/diario/2009/06/27/espectaculos/c-01015.htm
www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1143949
www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2009/06/090626_1905_dia_despues_jackson_jrg.shtml
