Acompañado por algunos de sus seguidores, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ingresó ayer a su país donde permaneció una hora para retornar luego a Nicaragua. Si bien el grueso de la comunidad internacional respalda la legitimidad del mandatario, recomiendan tener mesura para enfrentar la crisis.
Zelaya llegó a pie hasta una cadena que determina el límite entre Honduras y Nicaragua y, desafiando al gobierno de facto de Roberto Micheletti, cruzó la frontera. De vuelta en territorio nicaragüense, aseguró que los golpistas no podrán gobernar sin el reconocimiento internacional y que él tampoco podrá hacerlo con grupos de poder en contra.
Cuando Zelaya ingresó por el paso de Las Manos, regía en Honduras el toque de queda y pesaba sobre el mandatario depuesto una orden de arresto que finalmente no fue cumplida. En el lugar no se registraron incidentes, pero la cadena venezolana ABN informó temprano que dos personas resultaron heridas de bala en cercana la localidad de El Paraíso. En tanto, los medios locales silenciaron la noticia del arribo y la policía, leal a Micheletti, impidió la llegada a la frontera de los partidarios del presidente constitucional.
Desde el 28 de junio, día en que Zelaya fue derrocado por un golpe militar que lo expulsó a Costa Rica, el mandatario depuesto obtuvo el respaldo de la OEA y del grueso de la comunidad internacional. Sin embargo, tras la breve incursión de ayer, se oyeron algunas voces pidiéndole a Zelaya mesura para evitar enfrentamientos trágicos en su país.
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www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20090725elpepuint_3/Tes
www.elmundo.es/elmundo/2009/07/24/internacional/1248463276.html
www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/07/090725_0800_honduras_fallido_retorno_sao.shtml
