El viernes y sin demasiados detalles para la prensa, se cerraron las negociaciones entre Colombia y Estados Unidos para la llegada de más efectivos norteamericanos a ser destacados en siete bases militares en territorio colombiano. Brasil teme por el uso que se le pueda dar a la base aérea de Palanquero.
El convenio permitirá a efectivos estadounidenses utilizar bases militares en Colombia y, según lo expresado por ambos gobiernos, el objetivo es luchar contra el narcotráfico. Se espera ahora la ratificación de los dos países y recién después se procederá a la firma.
Técnicamente el acuerdo no significa la instalación de más bases norteamericanas sino el uso por parte de Estados Unidos de siete bases colombianas. Desde un primer momento, varios gobiernos de la región – incluyendo a Brasil, Ecuador y Venezuela – se pusieron alerta porque el convenio podría esconder planes de intervención aún fuera del territorio colombiano.
Es por eso que el presidente brasileño, Lula Da Silva, había deslizado días atrás la posibilidad de firmar algún acuerdo entre su país y Colombia para asegurar que las acciones de las tropas norteamericanas se circunscriban a la lucha contra el narcotráfico y sólo en territorio colombiano. El tema será analizado en la cumbre de Unasur, a realizarse el 28 de agosto en Argentina.
La mayor preocupación de los países de la región se centra en la base de Palanquero, donde se apostará parte de la Fuerza Aérea norteamericana. Documentos del Pentágono dan cuenta de que Estados Unidos ha puesto la vista en esa base hace tiempo ya que desde allí tendría llegada aérea directa – sin necesidad de aprovisionamiento de combustible – a cualquier punto de Sudamérica.
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www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20090816elpepiint_6/Tes
www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=542789
www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1163153
www.clarin.com/diario/2009/08/16/elmundo/i-01979379.htm
