El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas le exigió ayer al gobierno golpista de Honduras que detenga el hostigamiento a la embajada brasileña en Tegucigalpa. Desde adentro de la sede diplomática, el derrocado Manuel Zelaya denunció estar siendo atacado con gases tóxicos y ultrasonido.
El Consejo de Seguridad se expresó a través de la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, quien aseguró que el cuerpo «condena los actos de intimidación y pide al gobierno de facto que ofrezca todos los servicios necesarios, como agua corriente, electricidad, comida y el restablecimiento de las comunicaciones». También recordó que el respeto y la inviolabilidad del suelo diplomático es un principio asegurado por la ley internacional.
Dentro de la sede diplomática brasileña permanece desde hace cinco días Manuel Zelaya en compañía de 85 personas, entre simpatizantes, colaboradores y algunos periodistas, además del cuerpo diplomático. El mandatario constitucional derrocado el 28 de agosto denunció que el gobierno golpista está usando gases especiales y ataques de ultrasonido para «amedrentarlo»: dijo que el ambiente «se siente raro y pesado» y que algunos de sus acompañantes experimentaron «náuseas, malestar estomacal, ardor en ojos y vómitos de sangre».
Las inmediaciones de la embajada diplomática permanece cercada por las fuerzas militares y la Policía de Honduras, leales al gobierno de facto de Roberto Micheletti. La prensa no puede acercarse a más de 200 metros. Entre los vecinos del barrio hay quienes confirman el asedio y quienes lo niegan.
Tras el pronunciamiento del Consejo de Seguridad, el canciller brasileño Celso Amorín se mostró conforme; sin embargo, fuentes diplomáticas asentadas en la ONU dejaron entrever que Brasil esperaba una acción más decidida.
Más información
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20090925elpepuint_17/Tes
www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2009/09/090925_1817_honduras_consejo_seguridad_pea.shtml
www.elmundo.es/elmundo/2009/09/25/internacional/1253903504.html
