A través de una carta dirigida a los católicos de Irlanda, publicada ayer por el Vaticano, el Papa Benedicto XVI expresó la «vergüenza» y los «remordimientos» de toda la Iglesia frente al escándalo de pedofilia que afectan al clero de ese país. Asociaciones religiosas y no religiosas de Alemania se mostraron indignadas porque el pontífice no mencionara los casos ventilados en su tierra natal.
La misiva será leída hoy en todas las parroquias irlandesas, país conmovido por las denuncias de casos de abuso sexual por parte de religiosos contra niños, ocurridos en los últimos 30 años y callados por la curia local.
En su carta, el Pontífice sostiene que los sacerdotes pedófilos deberán responder por sus actos tanto «ante Dios omnipotente como ante los tribunales debidamente constituidos» en la tierra. Acusó así a los sacerdotes y religiosos que cometieron abusos sexuales de haber causado «un daño inmenso» a las víctimas y «un gran daño» a la Iglesia.
Tan pronto conocida la publicación, desde Alemania, tierra natal de Benedicto XVI, se oyeron fuerte críticas ya que el Papa no hace mención siquiera a los casos de abusos sexuales en ese país. Las denuncias incluso salpicaron su propio apellido, ya que algunos hechos sucedieron en el ámbito del coro que dirigió el hermano del pontífice, Georg Ratzinger.
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www.elmundo.es/elmundo/2010/03/20/internacional/1269084355.html
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