Israel busca evitar tener que dar explicaciones sobre su propio arsenal nuclear.
Cada vez más distanciado de Barak Obama, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció ayer que no viajará a Washington, y delegó en su segundo, Dan Meridor, la representación de su país ante la cumbre sobre la seguridad nuclear. Tel Aviv busca evitar así que vuelvan a llover sobre Israel las críticas internacionales por su manejo del conflicto con los palestinos.
Pero, más aún, es sabido que Israel es una de las principales potencias nucleares del mundo y que no ha firmado el Tratado de No Proliferación (TNP). De hecho, Turquía anunció días atrás que pensaba poner el tema en discusión, pese a que Tel Aviv nunca reconoció su arsenal.
Todo se da en el marco de los últimos desencuentros entre Estados Unidos e Israel, aliados históricos pero que recientemente quedaron enfrascados en un juego de gestos sin salida visible. Mientras Washington exige acciones concretas para reencauzar el plan de paz en medio oriente, Tel Aviv decide seguir construyendo en Jerusalén oriental, azuzando los ánimos palestinos en la de por sí violenta región. Encima, en el último viaje de Netanyahu a Norteamérica, Barak Obama dejó plantado al premier israelí – levantó una reunión y se fue a cenar con su familia – en lo que Israel entendió como una ofensa.
Más información
www.elmundo.es/elmundo/2010/04/09/internacional/1270781321.html
www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2010/04/100408_0200_israel_eeuu_nuclear_cumbre_gz.shtml
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20100409elpepuint_17/Tes
