Autoridades aeronáuticas rusas aseguran que el piloto del Tupolev 154 «decidió por su cuenta» aterrizar en medio de pésimas condiciones climáticas y escasa visibilidad. El accidente se cobró la vida del presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y buena parte de su gabinete.
El ministro de Transporte, Ígor Levitin, culpó ayer al piloto asegurando que «decidió por cuenta propia» efectuar el aterrizaje en la ciudad rusa de Smolensk. Según se supo, al momento del accidente la visibilidad en la zona era de apenas 400 metros cuando la normativa establece por lo menos 1.000.
Al parecer, los operadores del aeropuerto militar Séverni de Smolensk le recomendaron a los pilotos que desviaran la nave a Bielorrusia, pero «la tripulación decidió proseguir el vuelo». Las cajas negras que podrían develar las causales del accidente ya fueron recuperadas y abiertas conjuntamente por especialistas rusos y polacos.
En el accidente murieron 96 personas – no hubo sobrevivientes -, entre ellos el presidente Kaczynski, su esposa, altos dirigentes de la política polaca, funcionarios, diplomáticos, jefes de las Fuerzas Armadas y 15 diputados de Polonia. Viajaban a la ciudad rusa de Smolensk para rendirle homenaje a ciudadanos polacos asesinados por la policía secreta rusa durante la Segunda Guerra mundial.
Desde que se conoció la noticia, miles de personas desfilaron frente a la sede de la Jefatura del Estado, en Varsovia, para honrar a las víctimas. Según la constitución polaca, se debe llamar a elecciones presidenciales a ser celebradas antes de julio. Bronislaw Komorowski, presidente del Parlamento, quedó a cargo del gobierno.
Más información
www.perfil.com/contenidos/2010/04/10/noticia_0017.html
www.elmundo.es/elmundo/2010/04/11/internacional/1270970199.html
www.univision.com/contentroot/wirefeeds/noticias/8184960.shtml
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-143677-2010-04-11.html
