Se trata de las favelas Rochina y Vidigal. Los narcos todavía dominan 420 de las 1.000 favelas que rodean Río de Janeiro.
El Ejército brasileño y la Policía Militar han conseguido liberar en los últimos días a las favelas que componen el Complexo de Alemão, uno de los más peligrosos de todo el país. No obstante, ahora se preparan para el asalto a otros dos grandes favelas: Rocinha y Vidigal.
En la actualidad los narcotraficantes todavía dominan 420 de las 1.000 favelas que rodean Río de Janeiro, de las cuales Rocinha y Vidigal son las más emblemáticas y cuya pacificación supondrá un gran paso para el Gobierno en su lucha por desterrar la brutal violencia ciudadana. Ambas están ubicadas en el corazón de la ciudad, cercanas a las playas de Leblón e Ipanema.
Vidigal cuenta con 100.000 habitantes, es una de las favelas más violentas de Río de Janeiro y sus habitantes se encuentran entre los más pobres y los más golpeados por la violencia de los narcos. Por su parte, Rochina es la mayor de todos los poblados de chabolas y está cercana a Barra –considerada la Miami de Río por su modernidad-.
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