Se intenta estimar el número de desaparecidos; los municipios afectados fueron declarados en estado de catástrofe.
La tragedia de las lluvias en Brasil continúa cobrándose vidas, con nuevas precipitaciones y deslizamientos de tierra en las zonas serranas del estado de Río de Janeiro que aumentaron el número de muertos confirmados a más de 630, a la vez que recién se puede empezar a trabajar en compilar listas de desaparecidos y de niños separados de sus familias.
El gobierno de Río de Janeiro ha declarado en estado de «calamidad pública» por 180 días a los municipios de Nova Friburgo, Teresópolis, São José do Vale do Rio Preto, Sumidouro, Bom Jardim y Areal y anunció un plan de construcción de viviendas para reemplazar a las destruidas por los temporales.
Mientras tanto, el gobierno federal está desplegando tropas y helicópteros de las Fuerzas Armadas para asistir con los operativos de rescate, aunque el mal clima obligó a suspender momentáneamente los vuelos en las áreas afectadas. Además, la presidenta Dilma Rousseff decretó tres días de duelo nacional.
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