viernes 19 de abril de 2024
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Entrevista con Ignacio Guido Carlotto: «El amor siempre triunfa»

En esta entrevista el nieto de Estela de Carlotto habla de sus sensaciones, proyectos, la situación de sus padres de crianza (acusados por la jueza Servini de Cubría de apropiadores) y rechaza un eventual compromiso político.

Prudente, decidido, sereno y sin rencor. Así suena Ignacio Guido cuando habla. Casi un espejo de Estela de Carlotto. Después del tsunami emotivo que le significó conocer que no era quién era. Luego de entender que no sólo sus padres habían sido víctimas de la dictadura sino que era el nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Ignacio Guido Carlotto Montoya, tal su nombre recuperado, trata de volver a su actividad de siempre aun sabiendo que ya nada será igual. La recuperación de su verdadera identidad se convirtió en una noticia de repercusión mundial, mal que le pese a este muchacho simple de Olavarría que prefiere tocar el piano o jugar con su perro antes que dar una entrevista.

-Pasaron varias semanas de la recuperación de tu verdadera identidad y de la enorme exposición pública que ese te generó. ¿Cómo estás?

-Todavía estoy pasando por la onda expansiva, la réplica del impacto. Y tratando de acostumbrarme a la sensación de perder el anonimato, que es bastante fuerte. Sobre todo para quien, sin cultivar el perfil más bajo, como músico, nunca fue tapa de todos los diarios. Pero la estoy llevando bien.

-¿Pudiste retomar tu actividad? ¿Volviste a dar clases o a tocar con tu grupo?

-Lentamente voy retomando las actividades laborales y empecé con los ensayos.

-Se conoce poco de tu vida anterior a recuperar tu identidad. ¿Cómo están tus padres de crianza, cómo asimilaron la noticia?

-Ellos están bien. Shockeados, como yo. Pero se han alegrado de que pueda reencontrarme con mi familia biológica. Tienen esa grandeza.

-¿Evaluaste a la hora de hacerte el análisis la posibilidad de que investiguen a tus padres de crianza, algo que la Justicia va a tener que hacer independientemente de la voluntad de la víctima?

-Todo el mundo lo evalúa. Es una contradicción a la que uno se enfrenta en ese momento, la sensación de ponerlos en riesgo. Pero cada caso es diferente y no siempre se reacciona de la misma manera…

-Quiere decir que lo pensaste…

-Claro, ¿cómo no lo voy a pensar? Cuando arrancás con el análisis o la investigación pensás en un montón de cosas. Pero a mí me pareció que la búsqueda de la verdad estaba por encima de las otras consideraciones. Y más allá de que la Justicia actúe los finales, en general, han sido conciliadores. En la mayoría de los casos, las familias se terminan ensamblando y termina triunfando la situación amorosa de la crianza. Cuando la hubo, como fue en mi caso.

-Hubo un caso emblemático –el de los mellizos Reggiardo-Toloza–, donde el apropiador (Miara) pertenecía al aparato represivo. Tu situación es distinta. ¿Esto te deja tranquilo?

-Ellos actuaron de buena fe. Es un caso muy particular por la situación laboral de ellos. Hay que ponerlo en su contexto: en el ámbito rural, ellos actuaron bajo una presión bastante grande. Es difícil entenderlo si no se ha estado ahí. Pero existían muchos condicionamientos.

-¿Ellos te dieron todas las explicaciones que les pediste antes de tomar esta decisión?

-Sí, ellos hablaron muy bien conmigo.

-¿Pensás que en Olavarría puede haber más chicos cuyo origen sean personas desaparecidas durante la última dictadura?

-Es una hipótesis de investigación. Yo no lo sé, si lo supiera sería más fácil para todos. Pero hay una cuestión que ha estado bastante solapada y que, por la notoriedad del caso, empieza a salir. De un plumazo, el tema pasó a estar en las conversaciones de la gente.

-Tu caso nos produjo a los periodistas una emoción muy especial, muchos de nosotros estuvimos muy cerca de la lucha de Estela de Carlotto. Pero si ella es la abuela ideal, cuando uno te escucha hablar se puede decir que es como si vos fueses el nieto ideal de Estela. Sos igual de sensible y prudente sin renunciar a tus convicciones. Es como si se tratase de una relación de espejos…

-Es la maravilla de este encuentro. Yo siento que aquí hubo apenas una interrupción en la relación, como pasa con esos amigos que dejaste de ver mucho tiempo y, cuando los ves, todo se continúa en el punto donde los dejaste. Acá es más o menos así, con las dos familias. Es como encontrarte con alguien a quien nunca viste pero siempre estuvo ahí.

-Hay una frase de los sicilianos que a mí me gusta mucho: “La sangre no es agua”. En tu caso la carga genética es evidente…

-Sí, tal cual. Y no sólo en los rasgos físicos, hasta mi gusto por la música que está tan instalado en mi familia. Es una situación que se repite con otros nietos recuperados, pero muchas veces la crianza con la que fueron educados y los valores transmitidos eran opuestos a los de la familia biológica. Pero en este caso no sucedió eso. Todavía es más fácil el encuentro y el ensamble.

-En la primera conferencia de prensa que dieron con Estela, le reclamaste a Mara Ludueña un libro, la biografía que ella escribió sobre tu mamá, Laura Carlotto. ¿Lo habías leído?

-No, por eso se lo reclamé. Lo tengo acá. Lo empecé. Pero, al igual que con otro material escrito sobre el tema, es algo que siento que debo tomar con tiempo. Si lo leés vos, es una cosa. Si lo leo yo, me siento un poco más identificado.

-¿Cómo imaginás tu futuro a partir de ahora?

-Excelente pregunta. Hace un mes te hubiera respondido otra cosa. Mis objetivos eran tocar como lo venía haciendo y no mucho más. Y aunque eso va a seguir igual. Se suman cosas, dos familias que hay que conocer en profundidad, no como obligación sino como un deseo profundo. Pero eso es algo que no tenía pensado. Y también, a partir de la notoriedad, se abren algunas puertas profesionales que no tenía pensadas.

-¿Sentís la responsabilidad de asumir un compromiso político?

-Yo siento la responsabilidad de la lucha de Abuelas, pero no siento el compromiso político, aunque son dos cosas diferentes que no se pueden disociar fácilmente.

-Algunos nietos recuperados se dedicaron a la política, hay varios legisladores, por ejemplo…

-Yo siento que mi actividad musical también es una actividad política, no creo que sólo la política partidaria sea la única manera desde la que se puede generar conciencia. No cuestiono a los otros, ni tampoco puedo decir “nunca lo voy a hacer”, pero hoy tengo esta convicción: soy solamente un músico y me siento muy bien con eso.

-Nos contaron que tu mujer quiere volver a Olavarría y que no está muy satisfecha con la idea de perder el bajo perfil…

-Ella es una leona, me acompañó con mucha alegría. Es una gran compañera. Si no hubiera estado ella, no sé si hubiera sido, porque ella fue un puntal importante para arrancar esta búsqueda. De hecho, estamos viviendo en Olavarría. Y nos vamos a quedar acá. Es mi lugar en el mundo. Y hay mucho por hacer. Tengo mis amigos, mi casa, mi perro… pero me gusta viajar, así que estaré viajando.

-¿No te queda un sentimiento de bronca por el hecho de que te hayan cambiado de identidad y de historia?

-Si esto lo viviera en el cuero de otro, estaría enojado. Pero yo no. Soy un agradecido, tuve una infancia súper feliz con dos personas que me quisieron mucho, en un ambiente natural, y me dejaron hacer lo que yo quería, que era vivir de la música. Y ahora recibo esta noticia y en lugar de una, tengo tres familias. Pero esto viene a sumar. No a viene a revolver nada sino a resolver esta historia: con verdad, justicia, sin dejar pasar por alto los responsables, pero sin ningún tipo de persecución y siempre dejando en claro que el amor siempre triunfa. El caso de mi abuela, como el de las demás, de incansable búsqueda a través del amor, es un ejemplo del que me gustaría aprender. Bronca entonces no tengo, para nada. Me ha aflorado un sentimiento de gratitud. Todo lo que está pasando es muy bueno. Es un regalo que no esperaba.

-¿Cómo se llaman tus padres de crianza?

-Clemente y Juana. Hasta ahora me criaron ellos y seguramente me van a seguir apoyando y retando en lo que les quede de vida. Pero es una suma. Las otras familias que me estaban buscando también son un puntal.

-¿Conocías a la persona que te entregó a tus padres de crianza?

-Lo traté, pero no formaba parte de mi familia. Era una situación patronal.

-¿Tenés un ánimo adverso hacia él?

-No. Pero me gustaría que se sepa bien que pasó. Fue muy doloroso lo que pasó con mis viejos.

Audio gentileza Vorterix.rock