viernes 19 de abril de 2024
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Scott Waugh, director de Need for Speed (2014)

Los Angeles, octubre 2013.

NEED FOR SPEED

Vos eras un doble de riesgo. ¿Cómo planeaste las secuencias de acción?

Crecí como doble de riesgo hasta los treinta y pico y me dediqué a filmar. Me gusta que los efectos sean prácticos para que la audiencia lo crea. Ahora es todo efecto hecho por computadora para los niños. Yo crecí con Bullitt (1968), Grand Prix (1967), Contacto en Francia (The French Connection, 1971), Carrera contra el Destino (Vanishing Point, 1971) y quería hacer un homenaje a esas películas. En Contacto en Francia vos ves a Gene Hackman hacer las maniobras en un plano secuencia. Cuando elegí a Aaron [Paul] le dije que tenía que aprender a correr y él entrenó mucho así que cuando fui a verlo al cabo de cuatro horas me dijeron: “Tiene talento natural”. Cuatro horas más tarde yo sabía que iba a ser algo especial. Es uno de los mejores actores de su generación y además me pudo ayudar a diseñar algunas tomas que con otros serían muy arriesgadas. Cuando él volantea el auto hacia la cámara me preguntó: “¿Pero quién va a estar detrás de la cámara?” y le dije: “Yo, pero confío en vos, confío en que vas a parar en la marca. Si me golpeás yo voy a poder salir de la situación. Pero quiero que estés concentrado en tu personaje y en la marca, no en mí”.  Así que él hizo el movimiento a último momento: no voy a mentir, lo hicimos en dos tomas, pero mis ojos se cerraron. Cuando se bajó estaba eufórico: “¿Lo logré?” ¡Y yo no lo había visto!

¿Cuál fue la reacción del estudio ante los efectos prácticos?

Estaban nerviosos al principio. Pero creo que cuanto más avanzo en mi carrera, más práctico será y más seguro. Yo voy un poco más allá del límite para que todo sea más seguro. Así que el estudio no estaba muy seguro y preferían hacerlo en pantalla verde, pero yo les dije que me dejaran hacerlo de manera práctica a mí, que iba a ser seguro pero real. Se tiene que sentir que una persona está en riesgo real. La secuencia en el puente nos tomó como dos meses. Pasamos tanto tiempo practicando la toma en la que salta del puente que quería que saliera perfecto.

¿Fue la única toma?

Sí, casi todas las escenas de riesgo son en una toma porque no podés destruir los autos dos veces.

¿Cuánto costaron?

¿Estos autos? Dos millones. No quiero volver a hacerlo. Disfruté la experiencia de tener que hacerlo en una toma: esa es la adrenalina. Así que tenés que asegurarte de hacerlo en una toma. Solo tenés una oportunidad. Amo eso porque te destruye los nervios pero te excita. Quizás no salga perfecto pero sale de una manera que luce mejor.

¿Qué hubiese pasado si no funcionaba?

Sabía que el auto iba a volar y explotar, así que si no lo hacía iba a ser un bajón.

Hace un par de años hablé con Simon Crane por sus escenas en Riesgo Total (Cliffhanger, 1993) esas de avión a avión, y me dijo que los dobles ya no hacen más esas cosas. ¿Querés hacer algo así?

Mirá, cuando se popularizó la pantalla verde todos pensaban que los dobles se iban a extinguir. Todo lo que puedo decir es que en mis películas se seguirá haciendo porque así es como se hizo durante mucho tiempo y a la audiencia le gusta que sea real. Entiendo que los estudios tengan miedo a las juicios, pero si lo hacés con cuidado es un éxito.

¿Conociste a Aaron por Breaking Bad?

Primero, yo no soy un fanático de Breaking Bad. Así que cuando me dijeron que Aaron Paul podía ser el malo yo pregunté quién era. Todos se sorprendieron, así que llamé a mi papá para preguntarle si lo conocía y me dijo que le encantaba. Así que me hicieron un compilado con sus trabajos, menos Breaking Bad –que no me interesaba-, y resulta que el chico era genial. De puta madre, que él sea el bueno, no el malo de la película. Quiero encontrar al nuevo Steve McQueen. Lo miraba y pensaba que podía ser el próximo Steve McQueen porque es único, diferente y es un buen actor. No estamos haciendo una película de carreras tradicional sino una con emoción, profundidad; así que le mostraron todas las cintas a Steven [Spielberg] y cuando él accedió yo estaba muy emocionadísimo. Me hice amigo de Aaron y pensé en empezar a ver Breaking Bad para saber con quién trabajaba. Ahora soy un fanático. Cuando faltaban dos semanas para el último capítulo lo llamé porque necesitaba una foto suya para la película: me empezó a mandar unas fotos tontas y me puse serio y le dije: “No: necesito una foto de verdad”. Y me manda una foto suya en el último episodio y enseguida se da cuenta de su error y me dice: “Por favor, no tenía que mandarte esa foto, no la difundas”.

Spielberg dirigió Reto a Muerte (Duel, 1971) que es una persecución también.

(Play para escuchar la respuesta en audio original)

[audio www.periodismo.com/wp-content/subid/scott-waugh.mp3%5D

Por supuesto, es otra de las grandes películas de autos y él entendió por qué necesitaba hacer mi película con efectos prácticos. Uno de los obstáculos en esta película, que no tuve en cuenta, es que como íbamos a tanta velocidad con los autos el terreno tenía que ser mucho más largo del que teníamos. Así que cuando quería ir a 200 millas por horas necesitaba algunos kilómetros más solo para filmar 30 segundos. Estábamos trabajando en autopistas, con muchos autos y policías para que todo sea seguro. Había un auto que se aseguraba que el terreno estuviera preparado y que no hubiera peatones en el camino. No pude anticipar que solo cinco millas iban a ser tan problemáticas.

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