El entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos resumió la euforia que reinaba en su región en 2011: «esta puede y debe ser la década de América Latina», sostuvo.
Pero este subcontinente que suele desperdiciar oportunidades termina ahora la misma década marcado por un creciente clima de desilusión y hasta con protestas y estallidos sociales en algunos países.
América Latina figura hoy a la zaga de otras regiones en distintos indicadores, desde los que miden la producción hasta los que evalúan la calidad educativa.