Estudiar nunca ha sido más fácil ni ha estado tan disponible para aquellos que quieren aprender, desarrollar nuevas habilidades o incluso hacer los deberes de la escuela de una forma más dinámica.
La penetración de internet, la llegada de los smartphones y la popularización del streaming han provocado una explosión de plataformas educativas con cursos que van desde las matemáticas básicas, idiomas o programación, hasta materias como filosofía, química o finanzas, pasando por aprender a tocar la guitarra o diseño de videojuegos.
Su disponibilidad abre un mundo de posibilidades a sus usuarios.
No solo por la flexibilidad -estudiar a cualquier hora, desde cualquier lugar-, sino también por el precio.