«Tengo un amigo que es artista y a veces expresa una opinión con la que no estoy de acuerdo», dijo alguna vez el físico Richard Feyman.
«Toma una flor y dice: ‘Mira qué bonita es’, y yo concuerdo», siguió contando el científico galardonado con el premio Nobel de Física en 1965 por sus contribuciones al desarrollo de la electrodinámica cuántica.