Jueves, 24 de febrero. Europa se despierta con un anuncio: «Operación militar especial» en Ucrania.
Fue el eufemismo que usó el presidente ruso Vladimir Putin para referirse a la invasión del país vecino. Tras el mensaje televisado se empezaron a escuchar las primeras explosiones en suelo ucraniano.
Las semanas previas fueron de tensión. El punto álgido llegó cuando Putin reconoció la independencia de las regiones rebeldes de Donestk y Lugansk y ordenó el envío de tropas a la zona.
Los antecedentes a este conflicto hay que buscarlos en 2014, cuando Rusia se anexó la península ucraniana de Crimea y apoyó a las fuerzas separatistas del este de Ucrania. Entonces estallaron los combates entre separatistas prorrusos y fuerzas ucranianas en esa zona. Hasta entonces, este conflicto se había cobrado 14.000 vidas.
Durante estos tres meses el fuego no ha cesado en Ucrania.