En los hogares de Europa duermen teléfonos móviles que ya nadie usa y que se podrían aprovechar para ahorrar más de 1.000 millones de euros, reducir 2 millones de toneladas de emisiones de CO2 y crear más de 43.500 puestos de trabajo.
Son los móviles que, según este estudio de la UE, están ‘hibernando’. Están en desuso, pero sus propietarios no se deshacen de ellos por miedo a perder datos confidenciales o por si pudieran volver a necesitarlos. La investigación estima que hay unos 700 millones de este tipo de dispositivos durmiendo en los hogares de los europeos.
En un mercado que parece estar alcanzando la saturación en Europa, el informe explora el potencial de estos dispositivos durmientes para la creación de empleo, la reducción de emisiones y la reducción de costes de fabricación mediante su reacondicionamiento o reciclaje.