Internet se ha llenado de trolls: gente que adopta un comportamiento malicioso online, que provoca agresiva y deliberadamente a otros. Personas que buscan molestar y dañar a través de mensajes y publicaciones. Mantenerlos a raya se ha convertido en uno de los grandes retos de las plataformas como Facebook, Twitter o Instagram, aunque para no ser acusados de «censores» han dejado a muchos de ellos campar a sus anchas.
Todo esto está llegando a su fin. Ayer Japón lanzó una ley sin precedentes por la que cualquier persona que insulte en la red se enfrenta a penas de cárcel. Todo llega a raíz de la muerte de Hana Kimura, quien apareció en la serie de Netflix Terrace House. Se suicidó hace dos años por el abuso online que había recibido meses antes.