Entre los múltiples e importantes problemas que enfrenta el acuerdo entre la vicepresidenta Cristina Kirchner y el ministro Sergio Massa es que hay tres cartas clave dadas vuelta.
La inflación que este mes apunta a 7%, más allá del errado pronóstico ministerial sobre que en abril el aumento del costo de vida comenzaría con 3, confirma el fracaso de un esquema repetido a pesar de haber atrasado variables fundamentales.
Este año, con el dólar oficial y las tarifas atrasadas, y los salarios corriendo de atrás, la inflación apunta a superar el 100% y, encima, apareció el temido cisne negro: la sequía.
La campaña de trigo, que se cosechó entre diciembre y febrero, tuvo un recorte del 45% en cantidades y la de maíz y soja, más importante en cuanto a actividad y divisas, caería 25%.