Ahora que la interrupción voluntaria del embarazo es ley en la Argentina, habrá que prestar atención a otra ley que tenemos desde hace 16 años y no termina de cumplirse en el país, como es la de Educación Sexual Integral (ESI).
Una norma sancionada en 2006, que establece que todos los chicos y adolescentes argentinos tienen el derecho a recibir en la escuela formación sexual que exceda el enfoque biológico y que tome en cuenta los aspectos psicológicos, afectivos, sociales y éticos de la sexualidad.
La ley ordena que los alumnos reciban saberes que van desde la equidad y violencia de género, hasta la prevención de enfermedades de transmisión sexual, respeto por nuevas identidades de género, entre otros, con los que se busca contribuir a que disminuyan los embarazos no deseados. Contenidos que muchos sectores afines a los “celestes” interpretan como “ideología de género”.