El municipio de Gladsaxe, 13 kilómetros al norte de Copenhague, instaló a finales de 2021 un nuevo sistema de iluminación vial en uno de sus distritos. Dicho sistema debía ser renovado, pero en esa ocasión decidieron hacerlo de una forma poco habitual, teniendo en cuenta no solo a sus ciudadanos, sino también a sus murciélagos. Concretamente, a una colonia de esta especie que vive en ella.
Las luces de las farolas fueron reemplazadas por bombillas rojas para conseguir una iluminación menos brillante y más inquietante, pero también más amigable para los murciélagos y otras especies de la zona. Este tipo de luz afecta menos a su comportamiento, según indicó el ayuntamiento en su comunicado de prensa.