Ser un trol, acosar a gente, esparcir bulos y crear medios de extrema derecha para dar alas a esa desinformación o llevar incluso toda esa basura a la sala de prensa del Congreso no lo han inventado ni los UTBHs ni los Negres de turno. Como muchas malas prácticas comunicativas y políticas, viene de Estados Unidos. Leer Antisocial. La extrema derecha y la ‘libertad de expresión’ en internet (Capitán Swing, 2021) te muestra que los trols españoles son copias de lo que hicieron los estadounidenses unos años antes.
Para escribir esta obra y con la intención de conocer cómo funciona ese mundo de los trols, qué les empuja a inventarse información y acosar a gente o por qué las narrativas más locas, racistas y conspiranoicas se estaban viralizando en los Estados Unidos, el periodista de The New Yorker Andrew Marantz bajó a los infiernos de la extrema derecha. Durante sus tres años de investigación, acabó en fiestas proTrump llenas de gente que no escondía su ideología fascista, entrevistó a los principales creadores y difusores de bulos y teorías de la conspiración y entró en las casas de supremacistas blancos para charlar con ellos y sus familias. Todo ello con el aliciente de que Marantz es judío y escribe para un medio que aquí muchos llamarían progre.