Llegar al Cupra Arena, sede de la Kings League de Gerard Piqué, para ver un cara a cara entre un streamer de Twitch y un exportero del Real Madrid, requiere paciencia y algo de suerte. Paciencia porque existe la posibilidad de que termines dando vueltas en medio de la nada, y suerte porque tu taxista podría tener la tentación de dejarte tirado en la periferia industrial de Barcelona.
Nada más llegar, es probable que un grupo de adolescentes se abalance contra las ventanas del taxi con la esperanza de ver una leyenda del fútbol o una estrella de Internet. Estos famosos ejercen como presidentes de los equipos de la liga creada por Piqué, exdefensor del FC Barcelona y exnovio de Shakira. Después del largo viaje hasta la zona franca del puerto de Barcelona, nuestro taxi nos dejó frente a lo que parecía una nave industrial flanqueada por dos baños portátiles. A un costado, un cartel decía: “Kings League”.
Si no hubiera sido por el cartel o los jugadores de fútbol calentando en un campo aledaño, podríamos haber pensado que estábamos en el lugar equivocado. Los partidos de la Kings League, emitidos en Twitch, YouTube y TikTok, están bien producidos y son vistosos en la pantalla. Pero en persona, el Cupra Arena, con capacidad para 270 espectadores, dista mucho de la extravagancia de los estadios de fútbol tradicional, y se acerca más al modesto gimnasio de una escuela secundaria. Los minúsculos pasillos te convierten en un estorbo para la marabunta de jugadores y famosos, y los asientos del palco VIP, donde se sienta Piqué, no pintan para nada VIP.
