Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte prematura (personas menores de 70 años) en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud.
Representan casi un tercio de las muertes cada año (17,9 millones), y se espera que esa cifra alcance los 23 millones para 2030.
En la mayoría de los casos, la causa es la aterosclerosis, la obstrucción de las arterias con depósitos de grasa que reducen el flujo sanguíneo a los órganos vitales.
Pero mientras que esta condición es común en los humanos, es «prácticamente inexistente» en otros mamíferos, incluidos los chimpancés con estilos de vida sedentarios.