Nadie llamó al orden a los ministros, que responden a una tragedia con una rutina de Pimpinela a cielo abierto. Señal de una coalición en crisis.
Nadie intervino para frenar la escalada. Con el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof de gira por el exterior y un Frente de Todos (FdT) en ebullición después del portazo de Máximo Kirchner, ni Aníbal Fernández ni Sergio Berni habían recibido, al cierre de esta nota, la orden de bajar las armas en la pelea mediática que los tiene como protagonistas desde la semana pasada, con el telón de fondo de la trágica muerte de 24 personas por el consumo de cocaína adulterada.