Es la primera vez, después de más de una década, que Jaime Durán Barba no tendrá ninguna injerencia en la estrategia de campaña del PRO. El consultor, que apuntaló a Mauricio Macri durante toda su experiencia política y que lo llevó a la Presidencia en el 2015, está recluido desde el inicio de la pandemia en su departamento de Ecuador.
Mantiene, cada tanto, algunas conversaciones con Horacio Rodríguez Larreta o sus principales colaboradores, un gesto de cortesía del administrador porteño al que le gusta acumular asesores.
La ausencia del ecuatoriano y su socio Santiago Nieto en la escena política local obedece no solo a la elección de Cambiemos del 2019: los sindican, junto a Marcos Peña, como los arquitectos de esa derrota como corolario del fracaso de la gestión de Macri. Es también un síntoma de las dificultades vinculadas a la pandemia y a la crisis económica, que tornan poco atractiva a la campaña local para los consultores extranjeros.