-Para mí no fue un no. Fue un ni. ¡Hasta el 22 de junio van a ser todos ni!
El cafetero Martín Cabrales pasó un rato por el cumpleaños de la reina Isabel II, anteanoche en la embajada británica. Varios de los convidados que no habían estado el día anterior en el almuerzo del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (CICyP) con María Eugenia Vidal le preguntaron lo mismo que se preguntaban todos en el hotel Alvear. ¿Irá por la presidencia? Por ahora, ni sí ni no. Ni.
Fue justo en vísperas de la disparada de ayer del dólar y del riesgo país. Un hito que reavivó las versiones sobre la otra alternativa en danza, publicada en este panorama el 29 de marzo pasado: un adelantamiento de las elecciones por la crisis, como en 1989. Rumores que, de concretarse, serían compatibles con el «plan V» del establishment. También con el «plan H», por el porteño Horacio Rodríguez Larreta.
¿Renunció realmente la gobernadora a pegar el salto a la Rosada cuando dijo el martes que Cambiemos ya tiene candidato presidencial? ¿Cómo hay que interpretar su negativa a la pregunta que le escribieron en papelitos al menos quince de los 368 empresarios que colmaron el salón Versailles del hotel Alvear? ¿Es una jugada coordinada con el Presidente o la crisis ya activó un protocolo de emergencia que lo excluye?