¿Es tu cuerpo el mismo en invierno, primavera, verano y otoño?
La respuesta tiene poco que ver con pasar más frío o calor, sino con los cambios biológicos que experimentas durante los 365 días del año.
En invierno eres más propenso a ganar peso y sufrir acné, por ejemplo, y en primavera tu metabolismo fluctúa notablemente porque se recupera de un período prolongado de mayor inactividad.