Cuando hablé con él por teléfono, acababa de regresar a su aldea en el estado de Rayastán desde la vecina Guyarat, en el norte de India, donde trabaja como albañil.
En medio de un intenso calor, Goutam Lal Meena había caminado sobre asfalto caliente con sus sandalias. Dijo que había sobrevivido solo a base de agua y galletas.
En Guyarat, Meena ganaba hasta 400 rupias (US$5,34) por día y enviaba la mayor parte de sus ingresos a su familia en su pueblo natal.