El nivel de reservas internacionales de la Argentina, un indicador de la capacidad del Estado nacional para atender la demanda de divisas por parte de los contribuyentes y de las empresas, es un tema que siempre está bajo análisis. Sobre todo, cuando las alarmas se encienden frente a la pérdida de reservas netas (es decir, las de libre disponibilidad) ya que -según distintos economistas- es el “verdadero poder de fuego del Banco Central” de la República Argentina (BCRA) para responder ante una eventualidad cambiaria.
En 2022, las reservas brutas terminaron en US$ 44,6 mil millones, lo que representó una suba del 12,45% con respecto a 2021. Mientras que las reservas netas rebotaron un 238,6% a US$ 7,7 mil millones, según datos de la consultora Analytica -que dirige el economista Ricardo Delgado, quien se desempeñó como subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal durante la gestión de Macri-, pero después de haber cerrado en 2021 en su nivel más bajo de los últimos 6 años.
En esta nota, evaluamos cómo evolucionaron las reservas internacionales durante las presidencias de Cristina Fernández de Kirchner (2009-20015), Mauricio Macri (2015-2019) y los 3 primeros años de la gestión de Alberto Fernández (2019-2022).