La última noticia/recomendación/alerta de la IARC, agencia dependiente de la OMS que estudia el riesgo de padecer cáncer según nuestros hábitos alimentarios, nos aporta más dudas que respuestas y nos hace ir más intranquilos por el mundo que antes de conocerla. No es para menos: según una revisión de más de 1000 estudios sobre esta cuestión, “ingerir bebidas muy calientes probablemente sea una causa de cáncer”.
Por tanto, este tipo de consumo (muy caliente) ha pasado a enmarcarse dentro del consabido grupo 2A de la IARC. El resumen de estos hallazgos ha sido publicado en la prestigiosa revista The Lancet Oncology. Y no, en este caso no se trata de la naturaleza de la bebida –da igual que sea café, té, mate, leche, otras infusiones o cualquier líquido que se consuma caliente–, se trata de la temperatura de lo que se ingiere.