Hacía dos años que Estela, de 50 años y divorciada, usaba Tinder (Estela no es su nombre real; se cambia en esta nota para preservar su identidad). Pero a pesar de haber tenido diferentes match (la coincidencia en interés de dos personas), aquel 25 de marzo de 2017 hubo uno especial: coincidió con James Ferguson, alguien a 15.971 kilómetros de distancia. Ferguson era ingeniero nuclear, había estudiado en la universidad de California y trabajaba para la petrolera Shell. Vivía en Boston, Massachusetts. Por su actividad laboral decía tener horarios acotados. Y por eso prefería el mail para conversar. Pero su perfil era interesante, y estaba interesado en ella. Hubo coincidencia, y comenzaron a hablar.