«Fue un encuentro de relacionamiento, a agenda abierta», explicó a este diario uno de los jueces federales que ocupa uno de los históricos despachos de Comodoro Py. La reunión, extensa, se dio el año pasado, en medio de la gestión de la pandemia que le ocupa a Horacio Rodríguez Larreta la mayor parte de su tiempo. El jefe de Gobierno llegó acompañado por uno de los gestores que se dedica a introducirlo, de a poco, en el mundillo judicial, un rubro fundamental en su objetivo presidencial. Lo esperaba un grupo de magistrados, deseosos de escuchar al candidato principal del círculo rojo.
Rodríguez Larreta ya había empezado a vincularse con la Justicia, un área que nunca estuvo entre sus preocupaciones de cabecera, tal vez porque en la Ciudad, el acuerdo con Daniel Angelici y Juan Manuel Olmos funciona desde hace años como un reloj suizo.
El año pasado, antes de que el coronavirus se apoderara por completo de la agenda pública, el jefe de Gobierno ya había mantenido un encuentro sin prensa, en un lugar neutral, con Ricardo Lorenzetti.