Con el saludo del Gobierno nacional y el porteño, que declararon su presencia de interés, el barco «Logos hope» llegará desde el 31 de mayo al puerto de Rosario y atracará, a lo largo de casi tres meses, también en Buenos Aires y Mar del Plata con una promesa llena de encanto: dicen que se trata de la librería flotante más grande del mundo, que recorre los mares llevando un mensaje cultural y de valores y que, en cada destino, quienes lo visiten pueden leer los 5 mil títulos que pueblan sus estanterías. Sin embargo, esa no es toda la verdad. La nave despliega una campaña evangelista en cada ciudad a la que arriba con entrega generalizada de material religioso aunque nada de eso esté aclarado previamente. Por eso, ayer los libreros porteños advirtieron en un comunicado su descontento con la desinformación sobre el navío y la competencia desleal con los comercios locales.