La industria del automóvil está cambiando. Frente a la decadencia de los vehículos propulsados por combustibles fósiles; electricidad; y frente a la falibilidad del conductor humano, autonomía plena. El coche autónomo es la última meta, una aún repleta de obstáculos y muy imperfecta, pero clara. En especial en una industria concreta: la del transporte de mercancías por tierra. Ahora bien, ¿y si, entre tanto, la profesión de camionero simplemente cambia?
Oficina. Es la idea que ha tenido Starsky Robotics, una empresa floridana que la pasada semana testó el primer trayecto no pilotado in situ realizado por un camión en Estados Unidos. El vehículo recorrió unos quince kilómetros por la autovía estatal 91, una de las más transitadas en Florida, a tráfico abierto y sin registrar ningún accidente. No se trata de un experimento 100% autónomo, dado que el camión sí estaba conducido… Por un señor a 200 kilómetros.