Hacé un ejercicio rápido: ¿cuántos objetos que no usás hace años hay en este momento alrededor tuyo y podrían ser útiles para otras personas? ¿Qué cantidad de bolsas hay guardadas en tu placard porque “quizás algún día necesites”? ¿Cuántas prendas de ropa compraste este año? ¿Y qué planeás hacer con esos celulares viejos que tenés acumulados en los cajones? ¿No es hora de revisar la manera casi compulsiva en la que estamos consumiendo?
Si bien los ambientalistas vienen abogando hace años por un consumo responsable y amigable con el planeta, en el último tiempo comenzaron a surgir comunidades en todo el mundo que promueven la reutilización y circulación de bienes y servicios; algunos lo hacen con convicción ecológica y otros con el objetivo de ahorrarse un poco de dinero.