El objetivo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es que, al contar los votos de las primarias, la competencia entre los candidatos del oficialismo Daniel Scioli y Florencio Randazzo se imponga claramente al resto. Para ello, el Gobierno ya trazó una estrategia que busca que el enfrentamiento entre ambos sea competitivo, mantenga la tensión hasta el final y ninguno se consagre antes de tiempo.
Con esta finalidad, en la última semana la mandataria dejó que el ministro del Interior y Transporte volviera a orientar sus ataques hacia el gobernador bonaerense. Desde hacía algunos días Scioli se había vuelto a instalar como la opción ganadora del oficialismo, algo que a 78 días de la elección los armadores de la Casa Rosada buscan evitar.